San Francisco, Córdoba
10 diciembre, 2025
Radiocanal

Cómo funciona la Justicia argentina en casos donde interviene la salud mental: el ejemplo de Pity Álvarez

El caso del músico Cristian “Pity” Álvarez es uno de los ejemplos más notorios para entender cómo actúa la Justicia argentina cuando una persona imputada por un delito grave es considerada incapaz de enfrentar un juicio debido a su estado de salud mental. A más de seis años del hecho, la causa sigue abierta pero el proceso judicial permanece detenido. 
Miércoles 10 de diciembre 2025 | 14:57 Hs.
A pesar de esto, el exlíder de Viejas Locas e Intoxicados se presentará el 20 de diciembre en el Estadio Mario Alberto Kempes.

En una nueva columna de asuntos legales, recibimos al abogado Emiliano Oyola (MP 5-862), para conversar sobre este tema.

El hecho

En julio de 2018, en Villa Lugano, Pity Álvarez disparó y mató a su vecino Cristian Díaz tras una discusión. El propio músico se entregó horas después y reconoció el crimen ante las cámaras.

Por qué no hay juicio

Aunque el asesinato está acreditado en el expediente, el juicio oral no se realizó. El motivo es que médicos y peritos oficiales determinaron que Álvarez padece un “trastorno cognitivo mayor”, un cuadro que afecta sus capacidades mentales y le impide comprender la criminalidad de sus actos o colaborar con su defensa.

En el sistema judicial argentino, una persona que no puede entender el proceso o las consecuencias legales no puede ser sometida a juicio. No se trata de una decisión sobre su culpabilidad, sino sobre su capacidad mental actual.

Situación legal actual

La causa penal sigue abierta.
No fue sobreseído (el sobreseimiento extingue la causa y deja al imputado definitivamente fuera del proceso).

El juicio está suspendido.
No hay fecha prevista y la suspensión podría extenderse indefinidamente si continúa la incapacidad.

Álvarez no está preso.
Cumple un tratamiento de rehabilitación y control médico, mientras el expediente permanece en pausa.

Se esperan nuevos informes psiquiátricos.
La Justicia revisa periódicamente su estado para determinar si en algún momento puede retomar el proceso.

Este tipo de medidas no son excepcionales: forman parte del marco legal argentino, que establece que nadie puede ser juzgado si no está en condiciones de comprender lo que ocurre en el proceso penal.

¿Es moral que pueda volver a tocar en vivo?

La situación genera un debate público. En diciembre, Pity Álvarez anunció un show en Córdoba, lo que reavivó la discusión sobre los límites éticos cuando un imputado por homicidio —con un juicio suspendido por incapacidad mental— retoma actividades artísticas.

Desde el punto de vista legal, no existe ninguna prohibición que le impida trabajar o presentarse en un recital mientras la causa esté en pausa, siempre y cuando cumpla con su tratamiento.

Pero desde el punto de vista moral y social, la pregunta permanece abierta:

¿Es adecuado que una persona que no está considerada mentalmente apta para ser juzgada pueda subirse a un escenario y realizar un recital?

Para algunos, resulta contradictorio que se considere incapaz para enfrentar un juicio pero apto para volver a trabajar. Para otros, el acceso al arte y al trabajo forma parte de su rehabilitación y no interfiere con el proceso judicial.

El caso sigue siendo un punto de referencia para analizar cómo la Justicia argentina articula salud mental, responsabilidad penal y derechos individuales en situaciones complejas.
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